Hoy celebramos el Día Internacional de los Trabajadores, una oportunidad no sólo para honrar los logros del movimiento obrero, sino también para reflexionar sobre los retos y oportunidades actuales en el mundo del trabajo.
En Europa tenemos una rica historia de derechos laborales y protección social. A base de trabajo duro y esfuerzos decididos, hemos logrado hitos como la jornada laboral de ocho horas, el salario mínimo y la protección contra la discriminación en el lugar de trabajo. Estos logros son el resultado de una lucha que los trabajadores han librado durante años. Un importante mecanismo que ha contribuido a impulsar el progreso social en Europa. A través de este diálogo, las organizaciones patronales y sindicales se reúnen a escala europea para debatir cuestiones importantes como el empleo, las condiciones de trabajo y la protección social. Este diálogo ayuda a encontrar consensos y soluciones comunes que tengan en cuenta los intereses de todas las partes interesadas.
Pero aunque estamos orgullosos de nuestros avances, también nos enfrentamos a nuevos retos. La digitalización y la automatización están cambiando rápidamente el mundo laboral. Tenemos que asegurarnos de que nadie se quede atrás por estos cambios y de que todos los trabajadores tengan acceso a la formación en capacidades y al aprendizaje permanente para seguir el ritmo de las exigencias del mercado laboral moderno.
A medida que el Año de las Capacidades de la Comisión Europea se acerca a su fin, queremos hacer hincapié en la importancia del aprendizaje permanente y del desarrollo continuo de las capacidades para el mundo laboral del mañana. Este año ha demostrado que el fomento de las capacidades y las cualificaciones es crucial para afrontar los retos de la digitalización y la evolución del mercado laboral. A través de iniciativas como la Agenda Europea de Capacidades, la UE ha creado un marco para apoyar el desarrollo de capacidades a todos los niveles y garantizar que nadie se quede atrás.
Además, debemos seguir trabajando para reforzar los derechos de los trabajadores, especialmente en lo que se refiere a salarios justos, condiciones de trabajo seguras y un buen equilibrio entre trabajo y vida privada. La pandemia ha demostrado lo importante que es contar con una sólida red de seguridad social que apoye a los más vulnerables.
Como comunidad europea, tenemos que trabajar juntos para construir un mundo laboral más justo, inclusivo y sostenible. Para ello es necesaria una estrecha cooperación entre gobiernos, empresas, sindicatos y sociedad civil, al igual que en el diálogo social europeo. Trabajando por la justicia social y el trabajo digno, podemos crear un futuro en el que todas las personas tengan la oportunidad de desarrollar todo su potencial.
Con esto en mente, deseamos a todos un inspirador Día Internacional del Trabajo. Que nos anime a trabajar juntos por un mundo en el que se respete y proteja la dignidad de todos los trabajadores.